Una empresa afectada por un caso de SWAP llegó al despachó después de no haber conseguido una sentencia favorable en primera instancia, pero consiguió después que el juez le diera la razón tras pasar por la Audiencia Provincial y el Tribunal Supremo.

La empresa acudió a Nilsson&Hobeich después de haber perdido en primera instancia defendida por otro despacho. El juez había considerado que la doctrina del “Error de consentimiento” no era aplicable en ese caso al tratarse de una empresa grande con departamento financiero propio. Pero el recurso de apelación propició que el Tribunal Provincial de Canarias diera la razón a Nilsson&Hobeich, resultando una sentencia favorable a la empresa que posteriormente fue confirmada por el Tribunal Supremo.